El embajador de carrera José Manuel Castillo Betances, al impartir la conferencia en el Mirex: “El gran dilema de América Latina y el Caribe: integrarse o vivir condenada al subdesarrollo y la brutal desigualdad”, planteó que mientras las potencias hegemónicas elaboran sus planes respecto a nuestra región, América Latina y el Caribe continua atomizada lo que constituye una gran debilidad.
Puntualizó que La integración regional a 500 años de distancia de la barbarie colonizadora y a 200 años de la independencia política nominal, continua constituyendo la más alta aspiración de los pueblos latinoamericanos y caribeños, para crear un mercado común de bienes, servicios, capitales y mano de obra, a los fines de ampliar las perspectivas integracionista de cara a superar los flagelos de pobreza y desigualdad de gran impacto humano en la región.
El diplomático explicó que ante el cambio en la geoeconomía global se hace imperativo enfocarse en la integración como la única alternativa posible para superar el subdesarrollo y la brutal desigualdad que impera en la región.
Argumentó que en el contexto social, «las mediciones de organismos internacionales, con el apoyo de coeficientes como el índice de Gini del Banco Mundial, y los propios indicadores dados por el PNUD en el Índice de Desarrollo Humano, (IDH), así como los indicadores económicos de la CEPAL, nos sitúan como la región más desigual del planeta, con alto indicadores de pobreza e indigencia, que en la actualidad alcanza “un 32,8 % y 12,3 %” respectivamente. Es decir, 230 millones de pobres y 99 millones de indigentes, constituyendo un drama humano que se erige como un verdadero obstáculo al desarrollo. Y que las estadísticas nos reflejan una región con serias dificultades en su resultado del IDH, con apenas un limitado grupo de cinco países con cierto desarrollo humano muy alto, como es el caso de “Chile (42), Argentina (47), Costa Rica (58), Uruguay (58) y Panamá (61)».
Refirió que los profundos desequilibrios sociales han incidido notablemente, para convertir a la región en la más violenta del planeta. Es así, como con apenas un 8 % de la población mundial tiene una tasa de homicidio de 17,2 % por cada 100 mil habitantes. Cuyo índice a nivel regional ha mejorado producto del crecimiento poblacional, lo que indica que en término absoluto los crímenes y homicidios se han incrementado», dijo.
El especialista en relaciones económicas internacionales, señaló que el cambio que experimenta la nueva división internacional del trabajo, se expresa en que la hegemonía que ostentaban naciones desarrolladas como los Estados Unidos, Japón y Europa se ve sensiblemente afectada por una nueva potencia que emerge, China y otros países emergentes. “De hecho, el polo de crecimiento del producto y el comercio mundial se está desplazando del Atlántico al Pacífico, acotó”.
Resaltó que las proyecciones expuestas por la prestigiosa firma Goldman Sachs, coinciden con el fin del siglo de las humillaciones de China, en cuyo contexto la mencionada firma plantea que las siete principales economías en 2050 serían China, Estados Unidos, India, Brasil, México, Rusia e Indonesia. Es decir, habrá un G7 distinto al que impera hoy día; por lo que indicó que ante esa nueva realidad la región debe de proponerse concluir su dilatado proceso de integración.