«Refuerzo de Seguridad en las Aulas: Minerd Envía Guardia Nocturna a Liceo El Millón»

El Ministerio de Educación de la República Dominicana (Minerd) ha dispuesto, recientemente, la incorporación de un portero diurno y un vigilante nocturno en el Liceo Matutino y Vespertino El Millón, una institución educativa ubicada en el corazón del Distrito Nacional, que alberga a más de 500 estudiantes entre ambos turnos.

La decisión surge en respuesta a una serie de denuncias y preocupaciones expresadas por padres, profesores y personal administrativo del centro educativo, quienes venían alertando sobre la ausencia total de personal de seguridad en las instalaciones. Según fuentes internas del liceo, durante meses no se contó con ningún tipo de control en la entrada ni vigilancia nocturna, situación que colocaba en riesgo tanto al estudiantado como a los bienes de la institución.

“El liceo estaba completamente expuesto. Cualquiera podía entrar sin que nadie preguntara nada”, afirma una profesora del plantel, que pidió mantener su nombre en anonimato por temor a represalias. Las quejas habrían llegado directamente a la regional del Minerd, que tras una evaluación decidió intervenir.

Con más de medio millar de alumnos inscritos, el Liceo El Millón no contaba siquiera con personal para controlar el acceso de visitantes o evitar incidentes fuera del horario escolar, a pesar de estar ubicado en una zona urbana de alta circulación. Esta situación encendió las alarmas luego de que se reportaran hurtos menores dentro del plantel y presencia de personas ajenas al recinto educativo en horas no autorizadas.

Expertos en gestión educativa consultados señalan que esta medida, aunque positiva, llega tarde y es insuficiente si no viene acompañada de un plan de seguridad escolar integral, que incluya cámaras de vigilancia, alumbrado perimetral adecuado, y protocolos de emergencia.

Padres y docentes esperan que esta acción no sea una solución momentánea, sino el inicio de una política sostenida de protección en centros escolares públicos. “No se trata solo de poner un portero, es garantizar que nuestros hijos estén seguros en un espacio donde deben aprender y desarrollarse sin miedo”, expresa una madre que diariamente acompaña a su hija al liceo.

El caso del Liceo El Millón podría ser solo la punta del iceberg: una investigación de campo preliminar indica que decenas de centros educativos en la capital y en provincias enfrentan condiciones similares o peores en materia de seguridad, lo que refleja una brecha estructural que el sistema educativo aún no ha podido cerrar.